Para mi sorpresa, volé al norte justo el día de mi cumpleaños. Volamos primero al campamento ruso, de nombre BARNEO (los de la UW le llamamos BORNEO). Es un campamento turístico, para aquellos que no saben en qué gastar sus fortunas, y quieren decir "Fui al Polo Norte!" Sí, ya sé, yo también. Pero lo mejor de todo es que a mí me pagaron para ir! ESO SÍ QUE ES VIDA!
Hubo días de trabajo pesado... como la preparación y el montaje del instrumento que colocamos al fondo del océano, que sirve para medir cambios continuos de presión y temperatura (BPR, por sus siglas en inglés, Bottom Pressure Recorder). Los datos provenientes de este tipo de instrumento son la base de mi investigación para entender y explicar la circulación del Océano Ártico, asesorada por Dr. Jamie Morison.
Jamie y yo, adentro de la "casita de campaña", probando el instrumento por última vez, antes de lanzarlo al mar al día siguiente.
Dean y yo, después del montaje exitoso de la plataforma donde va el BPR. Ese fue uno de los días más fríos de todos. Mis pestañas se congelaron y mis deditos dejaron de moverse por unos instantes. Después me repuse.
Después de listo el instrumento, nos preparamos para el viaje del campamento ruso BORNEO hacia el campamento del anclaje de instrumentos que la UW tiene cerca del Polo Norte.
Helicóptero ruso, con pilotos rusos, que no hablaban inglés, y nosotros no hablábamos ruso, por lo que nos entendíamos con dibujitos, y con comida (después de entender una frase, nos ofrecían queso o pan, como premio, yo creo).
Y mi mamá dijo: "Por favor, no hagas tonterías", así que saqué sólamente mi cabeza de la ventana del helicóptero...
Y esta fue la llegada justo al polo norte,
donde recuperamos datos de uno de los instrumentos.
Después llegamos al campamento donde se lanzó el nuevo anclaje (mooring) con instrumentos. El tripié muestra la zona donde el agujero en el hielo está, para lanzar el siguiente instrumento por ahí también.
Ahí es donde declaré mexicano 100% el campamento del anclaje, y en general, al Polo Norte.
Ya no estábamos exactamente en el polo porque el hielo se había ido a la deriva con las corrientes marinas. Mooring camp.
Cuando las placas de hielo convergen (principalmente por influencia del viento, pero también por las corrientes superficiales marinas), el hielo se amontona, creando lo que se llama en inglés "pressure ridge". Sólo me metí a la orilla de los trozos más grandes, porque si el hielo se movía, me apachurraría casi toda. Entonces mi mamá se habría enojado un poco.
De izquierda a derecha, Dean, Jamie, Jim y yo, celebrando el éxito de recuperar los datos de dos de los instrumentos en otras dos localidades diferentes antes de llegar al campamento del anclaje de instrumentos.
También hubo ratos donde no teníamos absolutamente nada que hacer. Por ejemplo, Jamie optó por calentarse el coco...
...mientras yo invadía el norte con especies invasoras del sur.
El viaje fue exitoso en general, para fines de la ciencia (además ya tengo datos suficientes para mi doctorado). Jamie deseándome un buen vuelo de vuelta a casa. Para entonces ya llevaba una semana entera sin bañarme. Yo no olía mal... debieron oler a todos los de ahí, todos hombres y con más tiempo de haber llegado al hielo que yo.
Y mi mamá dijo: "Por favor, no hagas tonterías", así que saqué sólamente mi cabeza de la ventana del helicóptero...
Y esta fue la llegada justo al polo norte,
donde recuperamos datos de uno de los instrumentos.
Después llegamos al campamento donde se lanzó el nuevo anclaje (mooring) con instrumentos. El tripié muestra la zona donde el agujero en el hielo está, para lanzar el siguiente instrumento por ahí también.
Ahí es donde declaré mexicano 100% el campamento del anclaje, y en general, al Polo Norte.
Ya no estábamos exactamente en el polo porque el hielo se había ido a la deriva con las corrientes marinas. Mooring camp.
Cuando las placas de hielo convergen (principalmente por influencia del viento, pero también por las corrientes superficiales marinas), el hielo se amontona, creando lo que se llama en inglés "pressure ridge". Sólo me metí a la orilla de los trozos más grandes, porque si el hielo se movía, me apachurraría casi toda. Entonces mi mamá se habría enojado un poco.
De izquierda a derecha, Dean, Jamie, Jim y yo, celebrando el éxito de recuperar los datos de dos de los instrumentos en otras dos localidades diferentes antes de llegar al campamento del anclaje de instrumentos.
También hubo ratos donde no teníamos absolutamente nada que hacer. Por ejemplo, Jamie optó por calentarse el coco...
...mientras yo invadía el norte con especies invasoras del sur.
El viaje fue exitoso en general, para fines de la ciencia (además ya tengo datos suficientes para mi doctorado). Jamie deseándome un buen vuelo de vuelta a casa. Para entonces ya llevaba una semana entera sin bañarme. Yo no olía mal... debieron oler a todos los de ahí, todos hombres y con más tiempo de haber llegado al hielo que yo.
Probablemente incluya dentro de unos días, algunos otros detalles de mi viaje, como descripción (no tan detallada) de ir al baño, detalles de la comida, del agua.. y otros más. Adios.